miércoles, 13 de febrero de 2013


No tengo vocación para pasear de rodillas,
sin embargo, llevo días pensandolo,
llegar así hasta encontrar un símbolo
que sepa cotizar mi sacrificio,
tener un acuerdo en el cielo
que se cumpla en la tierra,
y fijar ese encuentro último,
donde las ropas son ridículas
y el alma va sola con paso firme
desnudándo el círculo.

Habrá ese día
que coincidirán nuestros fractales
donde el doblés de nuestros cuerpos cederá,
y avanzaremos juntos sin planta o tobillo,
flotando en sangre la intensidad.

domingo, 3 de febrero de 2013

Entrada ya la noche, el sueño me venció, caí dentro el cajón, hay imágenes tuyas y mías unidas por un listón, una cinta que sincroniza nuestros latidos y otras veces hasta la respiración. No era mi intención volver aquí, pero este hilo que aún llevo y me une a ti  sigue moviéndose y estirándose, no se rompe ni adelgaza, no importando nada, ni la distancia. Es sólo el futuro quien podría difuminar un poco su estancia.

Si nos quedamos ahora, significaría seguirte o que me sigas. Cómo se lleva el cordón alzado sobre la cabeza, cauteloso de no soltarlo y tropezar?, sólo el difuminador conoce la respuesta, si este cajón ha de cerrarse por fuera o por dentro.

Tal vez los años hagan menos claras las imágenes, y seamos fotos de olvido, pero si el listón siguiera sin desprendernos: olvidarnos y recuperarnos otros. Deshacernos de esas gavetas que contenían lo que fuimos y poner sobre el escritorio nuestros cuerpos distintos, susurrando a nuestros ojos la travesía de ese cordón infinito.


viernes, 5 de octubre de 2012

RED VELVET



No funcionó como yo esperaba, hay que hacer demasiadas cosas para dejar a la magia trabajando sola. Se puede buscar la inspiración, pero es ella quien lo encuentra a uno. Sí, cliché zen; porqué será que todo deteriora cuando más criaturas repiten una misma frase, oración, mantra, refrán, suit yourself!. Qué acaso seguimos bebiendo del mito de la autenticidad?.

Es como si jugáramos al malvado para que allá dentro de lo auténtico, surgiera un héroe. 

Digamos.. la mayoría se enfrasca en su trabajo y vive poco, porque en realidad, trabajan y trabajan bajo la premisa propia  de que en algún momento, y por sí sola, reinará la fantasía. Vivimos poco, para poder admirar a los que viven más. Nos creemos incapaces para que siga vigente el valor que se deposita en las metas. 

No queremos sufrir y lo resolvemos sufriendo.

Muchos dicen que sabemos poco o casi nada, o que sólo podríamos sabernos ignorantes, pero yo sé esto: no queremos sufrir.

Sufrimiento convertido en filias, en placer, no queremos sufrir. Pero sufrimos y lastimamos para mantener vivo eso que aún no tiene palabra y es no sufrir. 

Nos consolamos perdiendo el tiempo, jugando con valores y sus contraseñas: dichos, mantras, clichés, disminuyendo así mismo el valor de los valores, zurcando el círculo. No queremos sufrir. 

martes, 25 de septiembre de 2012

Los amos de la noche


Era una de esas calles solas, oscura, donde el silencio penetraba en los oídos, si quisiera gritar nadie podría escucharme, no sé si eso sea una oportunidad, o una trampa. Caminaba derecho, pero viendo de reojo a los costados, y por las ventanas de los locales intentaba alcanzar imágenes detrás de mí. Ningún sonido; veía al cielo, ningún ave; volteaba a la calle, ningún carro; atravesaba casas y todo era apacible, ningún rostro se asomaba. Se habían apoderado de la noche!, ya casi nadie la usaba. 

Yo soñaba con conocer la noche, más nada podía hacer, me quedaba horas viendo desde la ventana, buscaba la luna y la posibilidad de algo brillando en el cielo, era todo, me pasaba ratos tratando de imaginar cómo sería, qué cosas se entenderían debajo de las estrellas, en qué rituales se envolverían los animales cuando el sol se ocultaba.., en fin, deseaba tanto conocer la noche que me guardaba todo lo que podía en la memoria y me acostaba con la voluntad de soñarme a oscuras, para entender al menos un poco, esbozar algunas cosas donde el lugar era totalmente desconocido para mi. 

Ellos se habían apoderado de la noche, eran ellos, los autómatas de cristal, ellos la entendieron y ahora habitan en ella, sus mejores crímenes, sus mejores planes, y tal vez hasta sus derrotas, los habían concretado en la oscuridad, yo ya no podía salir al mismo tiempo que ellos, creo que nadie podía, los que lo hacían era por ignorancia, porque no se sabían víctimas, pichones, y cómo no serlo, salían a lo desconocido. Las cosas no son las mismas cuando anochece, todos esperan que sea del conocimiento general a lo que están expuestos. Los mismos guardianes de la ciudad limpiaban las calles justo a las 10 de la noche, todos debían regresar al hogar para esas horas, y los que se resistían debían saber entonces que quedarían a merced de los autómatas. 

Yo no sé qué pasa por las noches, que cuando cae el sol la gente debe protegerse en sus viviendas, pero y los que no tienen a donde regresar?, esos también se vuelven de cristal. Porque suponen como todo el mundo que lo importante es la supervivencia, pues la vivencia a secas no les está ocurriendo. 

Quisiera hacer de todo, bailar en la calle, cantar, arrojar la pelota, ir a la escuela, pasear, jugar a la roña, a la traes, a la traes china…, mientras todos los automóviles se apagan podría pasar y pasar por todas partes, y sentir cómo se vive con la ausencia de luz natural, qué le da a la mente para pensar, qué se siente que el viento roce a la par del silencio, y qué animales, artefactos o insectos lo rompen.

Me encantaría poner atención, afilar el oído y la vista, saber qué sucede, y no asumir que los autómatas andan fuera sabiendo más que yo de lo que ocurre cuando sólo la luna es testigo. Dicen que la noche se presta para… y a mí nunca me la han prestado, siempre son ellos los dueños, esos malditos autómatas, sí, los maldigo cuando debo olvidar al cielo y donde piso, y  presto atención a la calle porque temo que roben mi auto, el poco efectivo en la billetera, entren a mi casa, o busquen la destrucción de mi identidad, los odio porque es tan fácil ser uno de ellos…, vivo en un lugar que orilla a la metamorfosis. Vivo cuidando no ser uno más de ellos, tal vez también alguna vez se preguntaron qué era la noche, o cómo se sentía vivir en ella, y tuvieron su respuesta. Fueron víctimas y no están dispuestos a serlo dos veces, quién lo estaría?, la calle es difícil y sobretodo si es el único refugio oscuro al cual acudir. Yo trato de cuidarme de día, y cuando se hace tarde, duermo, porque descanso en la idea de que hay paredes mágicas que me resguardan, no pienso en sismos, ni terremotos, ni tsunamis, sólo pienso en ellos, en los seres de vidrio. En los que no tienen donde estar, y se acostumbran a la oscuridad, porque tienen que. 

He pensado prepararme físicamente: golpear, patear, acuchillar, disparar, matar, y por tanto se me ocurren otras dos cosas, me parezco mucho a los autómatas,  y además, tanto ellos como yo, giramos las cabezas a la supervivencia. Sólo queremos vivir y eso es todo, ellos aprendieron a buscar en la oscuridad, lo que la luz no les permitió obtener. Digamos que todos preferimos la luz pero si se nos niega, buscaremos acomodarnos como sombras, claro si el fin primero y último es respirar. Quien sale de noche y sin protección, o bien es un desinformado, o está listo para morir. Alguien así sabe que la muerte no es cara, alcanza a cualquier presupuesto, y nunca perdona la deuda. 

Tal vez aislando a los autómatas, se les expuso a algún tipo de experiencia más completa en cuanto a entender el mundo se refiere, nosotros sólo conocemos la mitad, cuando todo está ahí para la vista, cuando lo único que se puede ocultar son los pequeños detalles, y eso se arregla siendo un observador paciente; por las noches qué es a lo que hay que prestar atención?, qué habrá en los parques?, bien podría haber una reunión de alienígenas, o de perros, o de recién nacidos, o de flores, o de autómatas, cuando todo calla y oscurece, cómo lo sabría si no es convirtiéndome en uno de ellos, conociendo sus lugares de reunión, sus bromas, cómo pasan el tiempo, dónde esperan al día?. Puedo morir en cualquier momento, porque la muerte me persigue y ellos me cazan, y yo desconozco lo que harán y desconozco donde habitan, aunque yo habite también aquí, porque donde yo veo descanso, ellos ven oportunidad. Qué les dará ese poder?, haberse apoderado de la noche por voluntad o por su capacidad de adaptación?. Que en cierta forma viene a ser lo mismo si es que la máxima voluntad es vivir. Y me da esa impresión porque aún pienso en defenderme, hago castillos de maldad porque aún tengo el ímpetu de luchar por mi vida, y sé que ellos también luchan.

Tengo claro que puedo ser uno de ellos, o tal vez lo seré algún día, porque todo y todos empujan para tener un rinconcito donde se respire seguridad y protección, donde una confianza impida sufrir la mutación al vidrio. El mundo es mucho más breve para aquellos a los que la luz sólo les permite conocer una fracción. 

viernes, 17 de agosto de 2012


Te escribo desde allá para contarte lo que he visto. 

Tuve el cuidado de componerte sólidos recuerdos, para alimentar de a poco a las ausencias, y así, la última de ellas no apesadumbre tanto.

Me permití lamer tus heridas desde mil novecientos, puse plastilina en cada hueso roto, fungí como el último celador de tus temores, me convertí en la bóveda que asila tus voluptuosidades, y desde aquel siglo llevo colmando tu nuez con mi saliva.

Hubo un instante que partió el tiempo, en el que me hiciste llamar La oscura, entonces la miel explotó hasta escurrir los bordes, y alguien más fue invitado.

Es tu Otro al que esperamos? -dijo La oscura
Déjalo pasar! -habló la mano

Saltó a tu cuello algo, alguien, una pequeña criatura. Tus dedos encontraron sus intenciones. Mi aguijón se dirigía certero a tus ventanas, habías enfocado, me solté. Pasé varias veces por tu rostro, y cada vez, tus dientes crujían contundentes sobre mi pequeño cráneo. Reñimos con sonidos propios, rodamos por la tierra, y también por el cielo, hasta trenzar por completo las voluntades que expulsaron nuestros ombligos. 

Salimos de la Gran membrana. Salimos juntos, abrazados del centro, hacia el pantano.

sábado, 7 de julio de 2012

Se fue mi amigo





Hay lodo en todas partes, 
lágrima y tierra;
nuestras manos se desataron, 
abandonamos el mismo plano.


Mi insistencia por tu compañía 
se quedó a pasos de importar, de cambiarnos. 
Tus dolientes lunas durante 2 dias dejaron de brillar, 
tu casa pedía abrazos que pudieran sanarla, 
pero el amor no fue suficiente. 


Hubiera permanecido siglos a tu lado 
pero te apresuraste llevándote sólo parte de mi. 
ahora el vaivén de tu felicidad no se atraviesa en mi camino,
es sólo tu ausencia la que me sale al paso 
cuando te grito y te canto como siempre, 
y tu figura ya no cruza mi horizonte. 


Duele que el tiempo no cese en situaciones de trascendencia, 
los dias se empujan,
y uno sólo puede permitirse diluir su vida un tono 
y seguir la fiesta, celebrar la vida antes que sea muerte. 


Adormecido moras con los ancestros, 
migraste del dia a la noche de los cuerpos. 
Riegas y corres los campos verdes de la eternidad 
mientras volvemos a reconocernos juntos. 


Sé que por mi aguardas en el último lugar, 
porque entre lágrima y pestaña
vi en parpadeos de agua tu oscura silueta frente a mi.

sábado, 22 de octubre de 2011

Si las aves vuelan y gritan al mismo tiempo, cómo sabré yo cuándo soy feliz?. 

Hoy enfermé, mi voluntad parece muerta; he sido un caricato de circo!, ni trapecista, ni domador, mucho menos el orador del show. Durante mi acto ríen, pero no veo rostros, la luz me estorba. Finjo y son-río, me uno al ritmo, en realidad no participo.

Todo gobierno es ruin mientras haya quien pronuncie libertad, pero si la voluntad se extirpa, sólo languidecemos animales sordos, y el circo se va.