domingo, 27 de marzo de 2011

Escribir es la mutación del ascenso al descenso. Es el método que en ocasiones suspende, y en otras, revela la significación de un estado.

El lenguaje permite en sus letras destellos de sentimientos volátiles, pero su redacción los atrapa, me atrapa, no soy enteramente libre.

Pensar es penar en silencio una idea y sus jugos. Es el obsequio humano que da cobijo fuera de la razón.

Dónde está la diversión? En recurrir siempre a la imagen de lo oculto, dar todas las vueltas posibles a su alrededor, justo como si deseara develarlo, pero no.

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